Si le sucedió a soñar con cabellos, de haber tenido un sueño donde el cabello o los cabellos tenían una importancia relevante, la interpretación es bastante cierta y precisa. De hecho, en forma de pelo en el cuerpo, en la cara, de vellón de animal (tal vez has soñado con acariciar el pelo suave de un perro o un gato ) indica los aspectos más primordiales, elementales y fértiles de nuestra naturaleza.
Algunos análisis lo relacionan con el vigor masculino, pero éste es sólo uno de los aspectos posibles y en general es una lectura estropeada por las convenciones sociales, que, por desgracia para ellos, en los sueños tienden a desintegrarse más que a afirmarse, es decir, a no aparecer ni siquiera.
No; la clave de cabellos soñadores es, en primer lugar, como se ha dicho, una condición de física fuerte, carnalidad, primordialidad; en un sentido más amplio, por lo tanto, pueden presentarse como un vehículo simbólico de nuestros instintos más profundos.
Sólo en segundo lugar, y sólo en algunos casos, esto está relacionado con la fuerza viril.
Por ejemplo, soñar con acariciar suavemente un cojín de piel suave es todo menos masculino, es una sugerencia materna , incluso intrauterina, si la dulzura experimentada es de una intensidad excepcional. Recordemos que la primordialidad en nuestra psique está asociada a la condición infantil, que a su vez encuentra un paralelo en los albores de la humanidad, ambas condiciones en las que la sexualidad es bastante promiscua y libre del papel condicionante de la llamada civilización.
En términos simples, hombre y mujer son conceptos bastante vagos y distantes tanto en la mente del niño como en la del hombre primitivo, que son las regiones afectadas por nuestro sueño sobre el cabello.
En cualquier caso, dado que el condicionamiento social tiene una impronta muy fuerte en el funcionamiento de nuestros mecanismos mentales, en algunos casos, que yo definiría como sueños más «superficiales», también pueden estar presentes aspectos vinculados a los roles convencionales de masculinidad-femininidad. Dicho esto, intentamos listar una serie de posibles casos y orientar su significado.
Sueña con un solo pelo
Tal vez algo le moleste, especialmente cuando el cabello está en la mordedura que está a punto de tragar.
Soñando con el vello corporal
En estos casos, es necesario contextualizar el elemento con los otros presentes en el sueño, y como siempre, lo fundamental es examinar la reacción que uno tiene hacia lo que sucede.
- Pelo en el pecho. Se relacionan con el concepto de valores básicos en nosotros mismos, que podemos confirmar o cuestionar con una sensación de incomodidad. Es probable que una mujer tenga una sensación de incomodidad al soñar con su pecho cubierto de pelo; pero lo mismo le puede suceder a un hombre, y viceversa.
- Pelo en la cara. Similar, pero con un significado más basado en la identidad. En la frente, relación con la propia inteligencia racional. Barba, banalmente, experiencias de vida vividas. Pelos «locos», elementos molestos de ti mismo.
- Pelo en las axilas. Animalidad, instintos sexuales elementales, quizás necesitando menos racionalidad.
- Pelo en la espalda. Inseguridad general e impotencia, incluso cuando se realiza con orgullo. El orgullo es una máscara de esa inseguridad.
- Pelo en las piernas. Relación equilibrada con tus instintos. Para los hombres y mujeres que tienen el culto de la depilación, podría indicar un contraste con ese equilibrio.
- Pelo en el pubis. Una rica sensualidad y un deseo de reconocimiento y satisfacción.
- Pelo en áreas anormales del cuerpo. Asociar el significado general de los pelos con el de la parte del cuerpo en cuestión, como en el caso de los «pelos de la frente».
- Perder pelo. Fatiga y debilidad.
- Afeitado / encerado. Equilibrar el control sobre los propios instintos; a veces la liberación de algo (por ejemplo, afeitarse el cabello, la barba).
Soñando con el pelo de los animales
Puede ser un placer o una molestia. Acariciar a un animal que disfruta particularmente del contacto con su pelo tiene que ver con la asociación habitual entre el pelo y el simbolismo onírico del animal en cuestión.
En el caso de un león, por ejemplo, está implícito el deseo de asemejarse a él, de hacer ese pelo, de llevar su ropa.
La casa invadida por el pelo de un animal (generalmente un gato o un perro) indica insatisfacción, impotencia, frustración, en el ambiente doméstico/familiar/de trabajo.